La nueva propuesta de Alejandro Amenábar nos transporta al año 1575. El joven Miguel de Cervantes es herido, capturado por corsarios y llevado a Argel como rehén. Allí, entre el encierro, el miedo y la desesperación, descubre que su arma más poderosa no es la espada, sino su don para contar historias.
Visualmente cuidada y con una ambientación impecable, la película reconstruye una Argel del siglo XVI cargada de tensión: muros, cadenas y refugios imaginarios. Pero también plantea una reflexión sobre cómo la adversidad puede despertar la creatividad. El cautivo no busca ser un retrato histórico exacto, sino una interpretación libre y humana de Cervantes, donde la realidad y la ficción se entrelazan hasta confundirse.
Para quien se acerque a verla, vale tener en cuenta dos claves:
Es un drama histórico que no rehúye la violencia, el aislamiento ni el conflicto cultural; pero también una celebración del relato, de la capacidad de imaginar como forma de resistencia.
No pretende complacer a los puristas de la historia. Amenábar se permite licencias que abren debate sobre identidad, poder y memoria.
Valoración:
Una película ambiciosa y visualmente poderosa. Si te interesa el cine que invita a pensar y discutir después de los créditos, El cautivo es una excelente opción.Dónde verla:
Estrenada en cines en septiembre de 2025. Aún no disponible en plataformas de streaming, aunque se espera su llegada en los próximos meses.
