Simón de la montaña: cuando perderse es quizás la forma más íntima de encontrarse

Hay películas que se viven como mapas —y otras que se sienten como territorios por explorar. Simón de la montaña, ópera prima de Federico Luis, pertenece a esta segunda categoría: una obra que no da respuestas fáciles, sino puertas que se abren a la incertidumbre.

La historia sigue a Simón (interpretado por Lorenzo Ferro), un joven de 21 años que vive al borde de los Andes, en un pueblo pequeño de la Patagonia. Cansado de sentirse fuera de lugar, de trabajar como ayudante de mudanzas con la pareja de su madre y de vivir una rutina que lo atenaza, Simón decide hacer algo inesperado: acercarse a un grupo de jóvenes con discapacidad cognitiva, colarse en su mundo, compartir sus días, sus risas, sus reglas. Y algo en él cambia: su necesidad de pertenecer, de construirse de nuevo, de reconocerse. Wikipedia+2EscribiendoCine+2

La producción, una coproducción internacional entre Argentina, Chile y Uruguay bajo compañías como 20/20 Films, Planta Producciones y Redrum Mother Superior, conjuga lo local y lo fronterizo, lo íntimo y lo amplio. FilmAffinity+1 El rodaje se ubica en enclaves de la cordillera de los Andes, en la Patagonia argentina, donde la naturaleza se vuelve escenario, símbolo y atmósfera. EscribiendoCine+1

✨ Lo que más me conmueve de Simón de la montaña es cómo el paisaje interior del protagonista se refleja en las montañas exteriores: vastas, solitarias, implacables. La cámara observa sin juzgar, se detiene en gestos que podrían pasar desapercibidos, en silencios que gritan. Es cine que abre los sentidos, que obliga a mirar la diferencia, a cuestionar la normalidad, a preguntarse por el terreno que llamamos “nosotros” y quién decide quedarse fuera. Espinof+1

La narrativa no es cómoda: juega con el desequilibrio de Simón, con su impostura, con lo que calla y con lo que sueña. ¿Hasta dónde vale reinventarse? ¿Qué relación hay entre la autenticidad y la máscara? Simón de la montaña no ofrece conclusiones rotundas, pero sí deja una huella: la de un viaje personal que se vuelve colectivo, la de un intento de pertenecer que termina siendo un intento de ser.

En definitiva: Simón de la montaña no es solo una película sobre la discapacidad, la identidad o la juventud. Es una obra sobre lo que ocurre cuando nos arriesgamos a estar “equivocados”, a intentar algo que quizá no está previsto para nosotros. Y en ese arriesgar, encontramos lo que siempre habíamos buscado: un lugar, una voz, un­-otro yo.


📍 Datos de producción y rodaje

  • Director y guion: Federico Luis (junto a Tomás Murphy y Agustín Toscano) FilmAffinity+1

  • Países: Argentina-Chile-Uruguay (coproducción internacional) Wikipedia+1

  • Locaciones principales: Cordillera de los Andes, región de la Patagonia argentina (paisajes que aportan aislamiento y vastedad al relato)

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